domingo, 26 de mayo de 2013

E-WASTE: EL PROBLEMA DE LA BASURA ELECTRÓNICA



Las ciencias adelantan que es una barbaridad… y nos hacen desear aparatos cada vez más inteligentes, rápidos, funcionales y ligeros. Para mantenernos al ritmo de la revolución tecnológica, los consumidores nos vemos obligados a desechar nuestros viejos televisores, ordenadores y móviles a un ritmo cada vez mayor. Señores y señoras, el planeta tiene un nuevo quebradero de cabeza: la e-basura.

Para empezar, aclaremos qué diantres es el término “e-waste”. Se trata del nombre informal, pero cada vez más extendido y popular, que le damos a una enorme variedad de productos electrónicos cuya “vida útil” ha terminado. Estos incluyen: ordenadores, televisores, monitores, portátiles, teléfonos móviles, equipos de sonido, DVD’s y videos, impresoras, faxes y copiadoras.

Son un montón de cosas, ¿no? Como resultado, la basura electrónica es el sector que más crece dentro de los deshechos que producimos los países desarrollados. Y lo más trágico es que hemos convertido el Tercer Mundo en nuestro basurero particular. En estos momentos, la e-basura representa el 5% de nuestra basura y, lo que es aún más trágico, los investigadores de este tema calculan que hay un 75% de aparatos electrónicos almacenados a la espera de decidir qué hacer con ellos. Se avecina una gorda, ¿no?


Estadísticas sobre la e-basura

Las estadísticas en Europa son escalofriantes: los aparatos electrónicos que acaban en la basura se han convertido en toda una epidemia, creciendo a un ritmo tres veces mayor que cualquier otro deshecho municipal. Las estadísticas que hemos encontrado de EEUU también hacen que te tiemblen las piernas:


  • Entre 30 y 40 millones de PC’s serán sustituidos en los próximos años. 
  • Cada año se tiran 25 millones de televisores. 
  • La Agencia Medioambiental estadounidense informa que en 2005 se tiraron 1,9 millones de toneladas de aparatos electrónicos. 
  • Y la ONU ya no da la estocada final: el total de la basura electrónica a nivel global alcanza los ¡50 millones de toneladas al año!

Los peligros

Nos venden que estos aparatitos son cada vez más respetuosos con el medioambiente, y puede que así sea, pero el peligro es real. Los materiales dañinos que contienen los aparatos electrónicos, junto con el ritmo desenfrenado al que los desechamos plantean un auténtico peligro para la salud si no son procesados adecuadamente antes de tirarlo o noo se reciclan.

Aparatos como los ordenadores o los teléfonos móviles contienen diversas toxinas: plomo, bario, cadmio… todos ellos muy peligrosos si entran en contacto con el sistema de agua. Estos materiales pueden perjudicar el sistema nervioso y el respiratorio, mientras que los materiales resistentes al fuego que se utilizan en este tipo de productos son una amenaza para el sistema endocrino.

La solución

La auténtica solución es que no nos dejemos llevar por este consumismo frenético para tener lo último e intentemos conservar nuestros aparatos hasta que realmente no funcionen más. Pero, si no podemos resistirnos a los dictados del mercado, al menos llevemos nuestros aparatos a un punto limpio o a un centro de reciclaje. Tiene sentido, ¿no?



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