jueves, 21 de junio de 2012

BORIS BALLY Y SU DISEÑO "HUMANOFACTURADO"


Diseño y sostenibilidad hacen una buena combinación en manos del artista neoyorquino Boris Bally que recorre las calles de su ciudad en busca de materiales para reciclar en espectaculares muebles, accesorios para la casa y todo lo que se le pueda ocurrir...

Toda la obra de Barry merece tu atención y te recomendamos que eches un vistazo a su web en busca del objeto idóneo para tu casa  (pincha aquí para ir a la home), pero para que vayas abriendo apetito te dejamos con algunas de nuestras piezas favoritas hechas con señales de tráfico descartadas y condenadas a terminar en algún basurero municipal.




A su método de producción, Bally lo califica de "humanofacturado" para indicar que todas sus piezas están realizadas 100% a mano y siempre con materiales reciclados.

Todas ellas, además, se desmontan en piezas planas para poder ser enviadas a sus compradores ahorrando packaging.


No sólo las señales de tráfico son objeto de deseo del artista de Brooklyn, también la señalización del metro de NY adquiere una segunda vida gracias a él.

Y así es cómo podría quedar tu salón con estas geniales piezas que reciclan, reutilizan y, por tanto, reducen residuos. Las tres "r" del ecologismo.




martes, 12 de junio de 2012

CARLOS TAIBO: Otro decrecentista

Carlos Taibo es un gran valedor del Decrecimiento, teoría formulada por Serge Latouche para racionalizar la utilización de los recursos que el planeta nos ofrece. Es necesario decrecer; y nosotros, desde el conTÚmismo, también lo creemos. Es mejor hacerlo, por decirlo bien, por las buenas, ya que ese decrecimiento, de una manera u otra sucederá.

Profesor de Ciencia Política en la  UAM, ha publicado ya más de veinte libros pero, desde aquí, aconsejamos 'En defensa del decrecimiento' (Editorial Catarata) para los que quieran acercarse a esta filosofía que ya cuenta con un gran número de seguidores.

Taibo es un firme defensor de reducir los índices de consumo, para no continuar fomentando las consecuencias nefastas del cambio climático, el encarecimiento de las materias primas y demás efectos que ha traído el "progreso" de la globalización. Mientras el liberalismo económico trasmite el falso axioma de que el crecimiento fomenta cohesión, igualdad y buenos servicios públicos, cuestionable en este momento por razones obvias, el Decrecimiento ofrece soluciones para los problemas vitales del día a día y para no continuar agrediendo la naturaleza. Una mayor socialización empleando de forma diferente nuestro tiempo libre y un reparto equitativo del trabajo son buenos ejemplos.

Aquí, Carlos Taibo, DECRECER PARA CRECER:

lunes, 4 de junio de 2012

EL VIRUS DE LA "AFFLUENZA"


Nos hemos dejado llevar por el hiper-consumismo en busca de lo más grande, más nuevo, más caro pero... ¿eso no has hecho más felices? Al contrario, según Affluenza una obra a medio camino entre libro de autoayuda y manifiesto político escrito por el psicólogo británico Oliver James.

Más, más, más…Así hemos vivido las últimas décadas, en un ansia constante de tener el gadget más moderno, la tele más grande, el coche más potente, o el “it” y el “must” que marque la celebrity de moda. Hemos llegado a confundir “querer” con necesitar” y hemos vivido bajo el lema de “volgo ergo sum” (quiero, luego existo).

Ese sobreconsumo es uno de los responsables de la crisis financiera y ecológica que está viviendo nuestro mundo, pero también nos ha llevado a la bancarrota espiritual. Tener más y mejor no solo no nos ha hecho más felices sino que, en efecto, nos ha creado ansiedad e insatisfacción. Lo triste es que eso ha sido, justamente, lo que quería el mercado como demuestra la frase de Charles Kettering, presidente de General Motors en los años 40, época en la que comienza la sociedad de consumo: “La clave de la prosperidad económica es la creación organizada de insatisfacción… si todo el mundo estuviera satisfecho nadie querría comprar el nuevo producto”. 



Los efectos psicológicos de este consumismo son el tema principal del libro de Oliver James, Affluenza. Su título es un juego de palabras entre affluence (afluencia en inglés, pero con un sentido más peyorativo de codicia) y affluenza, la palabra inglesa para gripe. Según James, el contagio de este virus del “más” ha trastocado negativamente nuestro sistema de valores: “El virus de la Affluenza es un conjunto de valores que aumentan nuestra vulnerabilidad al daño psicológico, al darle un enorme valor a tener dinero y posesiones, aparentar ante los demás y querer ser famosos”.

El virus de la Affluenza, además, se alimenta de y propaga con la comparación y el “qué dirán” y se manifiesta en nuestro insaciable deseo de dinero, de fama y de poder, nuestra envidiosa y obsesiva necesidad de competir y compararnos con los demás. Es en definitiva el neo-liberalismo o, desde el punto de vista psicológico de James, lo que él denomina como el “capitalismo del egoísmo”. “Mi explicación es que el virus hace que antepongas Tener a Ser y confundir (a través de la publicidad) de lo que deseas con lo que necesitas. Lo triste es que, mediante hacer que queramos más y queramos ser algo que no somos, puede continuar el crecimiento económico y el beneficio de una minúscula élite”. Parece que los Kettering del mundo se han salido con la suya, ¿no?

Decir que el dinero no da la felicidad no es nada nuevo, la verdad. Ya lo dijo Aristóteles cuando afirmó que, tras alcanzar un determinado nivel de bienestar, la felicidad no aumenta. Pero Affluenza va más allá, trae el concepto al siglo XXI. Ya no se trata de que el dinero no dé la felicidad, sino que no está deprimiendo, nos está generando ansiedad y no está haciendo desgraciados. La tesis de Oliver James es compartida por muchos otros expertos y estudiosos del tema, por cierto…


Síntomas de que estás infectado del virus de la Affluenza:
  • Estar obsesionado con adquirir determinados artículos “deseables” 
  • Estar influenciado al elegir esos artículos por el hecho de que sean más grandes/más rápidos/lo último/lo tiene menganito.
  • Estar convencido de que esos artículos son “esenciales” para tu felicidad.  
  • Pensar constantemente en qué es lo próximo que vas a comprar.  
  • Sentirte decepcionado si reprimes tus ganas de comprar.  
  • Trabajar más para comprar lo más nuevo. 
  • Pedir crédito que no te puedes permitir para hacer esas compras.  
  • Sentir que otras personas que sí tienen esas cosas son mejores que tú.  
  • Tener una sensación constante de insatisfacción a pesar de todo lo que tienes.  
  • Estar atrapado en un patrón de depositar la esperanza de que lo próximo que te compres por fin te hará realmente feliz   

Tratamiento para la Affluenza 

 Si tienes uno o varios de los síntomas de esta lista, estás infectado por el virus (y que tire la primera piedra el que no los tenga). Lo mejor para combatir la enfermedad es conocer que ya hay mucha gente en todo el planeta viviendo de forma diferente y priorizando la felicidad, las relaciones personales y los intereses de su comunidad al bienestar material Aquí te dejamos algunas entradas de nuestro blog sobr algunos de estos movimientos e ideas:


The Economics of Happiness
Movimiento Slow
Happy Planet Index
El decrecimiento