viernes, 21 de septiembre de 2012

Watts Towers de Sam Rodia



"Tienes que hacer algo que el mundo no tenga", esta era la frase que repetía una y otra vez un humilde inmigrante italiano que se había instalado en la ciudad de Los Ángeles a principios de siglo y cambiado su nombre original por Sam o Simon Rodia. Y se puso manos a la obra para cumplirlo. Durante 33 años (entre 1921 y 1954), este albañil dedicó su tiempo libre a construir con materiales de deshecho las Watt Towers , una sorprendente "reunión" de 17 gigantescas esculturas en forma de torre instaladas en la parcela de una zona residencial de la ciudad (más concretamente, en la que el propio Rodia tenía instalada su casa). Estas extrañas edificaciones tienen hoy categoría de monumento nacional. 




¿Genio o loco? ¿Arte o una mera manualidad? Rodia y su obra siguen despertando controversia en la actualidad. ¿Fama o infamia? Los defensores de las Watts Towers y sus detractores se reparten al 50%. Pero lo cierto es que este humilde trabajador para el que el mundo resultaba muy hostil, decidió crear su propio espacio - "Nuestro pueblo", como bautizó él a su obra - dentro de él.  Y trascendió: hizo algo que el mundo no tenía, y aún hoy seguimos recordando su nombre. Pero para más inri, Rodia es un auténtico pionero del arte reciclado y de la reutilización, porque estas 17 increíbles construcciones con armazón de metal y cemento están hechas y adornadas con todo tipo de basura encontrada en la calle: platos rotos, trozos de azulejos, muebles, alambres... Y sin intervención alguna de maquinaría ni siquiera de andamios. Todo a mano, artesanal, día a día durante más de tres décadas.

La historia de Rodia y la construcción de las Watt Towers ha merecido ser el argumento de un excelente documental, I Build the Tower. También os mostramos una amplia galería de fotos de detalles de las torres.













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