martes, 29 de octubre de 2013

La casa hecha con ventanas de Nick Olson & Lila Horwitz



A medida que la vida en la ciudad se hace más y más hostil, muchos soñamos con otra forma de vida, Más sencilla pero más feliz y, sobre todo, más independiente y autónoma. La mayoría de nosotros deja este sueño en la barra del bar o en el sofá de casa pero algunos pocos dejan el asfalto y se construyen una nueva vida. Como Nick Olson y Lila Hortwitz que la han empezado construyéndose una casa con ventanas desechadas para poder ver, desde cualquier parte de su hogar, la preciosa puesta de sol.



Hace unas décadas parecía que si no vivías en una gran ciudad no eras nadie. Se suponía que las grandes urbes eran el culmen de nuestra civilización. Lo tenían todo: todos los servicios, toda la cultura y, sobre todo lo más de lo más, acceso al consumo más salvaje, desenfrenado y variado. Y, claro está, el acceso a algo imprescindible para alcanzar todo ello: el trabajo.


El panorama ha cambiado drásticamente en los últimos años con esta crisis cruel que está transformando nuestra forma de vivir y, sobre todo, haciéndonos dudar muy seriamente de ella. La mayoría de nosotros nos conformamos con quejarnos en el bar con los amigos (con más o menos énfasis, con más o menos cabreo) y soñar con otro tipo de vida formulada siempre con el sempiterno e paralizante prefijo "si yo pudiera..." para terminar agarrándonos los machos y tirar para delante en ciudades que, a medida que disminuyen nuestros recursos económicos y nuestras fuerzas para luchar contra todo esto, cada vez nos parecen más hostiles. Pero algunos (los menos), realmente agarran el cesto de las chufas y se marchan a buscar una nueva manera de vivir, menos cómoda pero mucho más sencilla y, sobre todo, bonita en la que uno es mucho más autónomo y puede permitirse (un poco) dar la espalda a políticos, bancos, financieros, especuladores y usureros que están destrozando nuestras vidas y agotando nuestra capacidad de ser felices gotita a gotita.

Dos de esas personas son Nick Olson & Lila Hortwitz que dejaron sus respectivos trabajos para construir con sus propias manos una casa en medio de un bosque de Virginia (EEUU). Cuando eligieron el lugar se dieron cuenta de que la puesta de sol desde allí era tan bella que tenían que poder verla desde cualquier parte así que decidieron construir la fachada principal de la cabaña con ventanas recuperadas que, según ellos, tiene cada una su historia. Lo cuentan todo en el vídeo.

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