Hessel describe al enemigo de la sociedad civil durante gran parte de el siglo XX como un rostro que, por reconocible, lo hacía más sencillo de vencer: el fascismo y los regímenes autoritarios. Esa batalla principal se ganó después de la Segunda Guerra Mundial, acaparando terreno en forma de derechos y libertades sociales como la libertad de prensa y la Seguridad Social.
Por contra, Hessel encuentra en las corporaciones financieras y económicas al enemigo actual, cuya estrategia de aumentar sus beneficios no repara en los cadáveres que queden en el armario. Este contricante, según Hessel, es mucho más complicado de detectar. No es elegido, no es visible.
Estamos de acuerdo con Hessel en lo esencial, pero creemos que, a diferencia de los regímenes autoritarios y fascistas que imponen su poder a través de la fuerza, este nuevo adversario se ha alimentado - también y entre otras cosas - de nuestra ansia de crecimiento, insatisfacción y porqué no decirlo, nuestra codicia. ¿Quién nos obliga a firmar una segunda hipoteca o un crédito para comprar otro coche? ¿Quién solicita tarjetas que nos anticipan dinero a cuenta a las que a lo mejor luego tendremos dificultades hacer frente? El banco no, ni los gobernantes tampoco.
Es nuestra mentalidad la que ha de cambiar antes. Hessel habla de un adormecimiento general y creemos que tiene razón, pero lo que no dice es que tal vez haya mucha gente adormecida porque, a diferencia de tener un individuo que te dicta lo que has de hacer con un palo en la mano, se siente inconscientemente partícipe del problema.
Desde el conTÚmismo proponemos una dosis de autocrítica para levantarnos contra una mentalidad errónea, autoimpuesta e injustificada: el consumo masivo. Impongámonos una manera de vivir más acorde, consciente y luego nos indignaremos cuando haga falta porque, hacerlo de vez en cuando es justo y necesario.
Hessel en Informe semanal: http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/informe-semanal-grito-hessel-indignaos/1063523/
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