domingo, 10 de abril de 2011

DOMINGO DE MONTONES EN EL RASTRO


Darse una vuelta por el Rastro los domingos es una tradición para los madrileños pero pasear por sus callejuelas y mirar sus puestos con los ojos de un conTÚmista es una experiencia nueva para nosotros. Así que dejamos atrás los puestos de ropa y accesorios “boho-chic” que se montan en los alrededores de Cascorro para adentrarnos en las callejuelas en busca de artículos, objetos y demás parafernalia que encajen dentro de nuestro criterio de consumo bueno que cumpla los requisitos de reciclaje, reutilización y reducción. 

Nuestro destino hoy es la plaza de Vara de Rey, donde los vendedores exponen casi de todo en una mezcla ecléctica que requiere del comprador curiosidad y paciencia… Encontramos piezas de “desguace” para arreglar casi cualquier máquina, junto a lámparas de casi todas las décadas pasadas, objetivos para cámaras réflex, máquinas de coser antiguas, botijos, cromos… y una amalgama de artículos casi imposible de describir.




Pero sí hay algo por lo que es célebre esta plaza entre los madrileños es por ser la plaza de los “montones”. Montañas de ropa, de zapatos y de bolsos de segunda mano entre los que, con bastante paciencia y concentración, se pueden encontrar vestidos que podrían estar colgados en una tienda vintage. Bueno, de hecho, la gente de las tiendas son habituales de estos puestos, y hay auténticos adictos a la ropa setentera que luego lucen modelones por ahí vanagloriándose “es de los montones”.


Llueve y hace mal día, así que no hay mucha gente y se ha vendido poco. Los vendedores de la plaza empiezan a bajar los precios. Rebuscamos y, después de un rato, encontramos alguna cosilla en el puesto de Juanjo que, encantador,  nos da algo de charla entre tanta jarana. Nos cuenta que lleva trabajando aquí desde los ocho años, cuando acompañaba a su padre: "Antes todos éramos familia, primos, hermanos, ahora ha cambiado mucho el vendedor". Y que es un negocio del que “vive muy malamante”. Y no porque no se venda sino porque se está muy achuchado con la subida del precio del alquiler de los puestos y la obligación del alta en el IAE: "Antes cogías tu puesto, venía un guardia, te cobraba el tíquet, la 'propinilla' y listos. Con quinientas pesetas eras el rey del mambo, no te molestaban en todo el año". A él, desde luego, que pensemos en reutilización y reducción no le significa nada. Pero las cifras cantan:

Cada madrileño produce 7 kg de ropa usada al año. En los últimos siete años, la recogida selectiva de ropa usada para reutilizar ha recogido 33.000 toneladas en la Comunidad.

Así que calcula los beneficios de reutilizar ropa usada.Y, además, colaborarás a que gente como Juanjo pueda seguir viviendo de su trabajo.





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