Ahora que se cumplen cien años de su nacimiento, a este canadiense, ganador de un Oscar y precursor en la animación de imagen y música, nos gusta verle como un científico, siempre probando, siempre trasteando con su pluma en la filmina. Y es que fue pionero, entre otras cosas, por no usar una cámara para realizar sus animaciones y sí dibujando directamente sobre la película de 35 mm.
Recibió elogios de mucha gente, entre otros de un tal Picasso o del mismo Truffaut. De su relación con la música dice "de pequeño, siempre, cuando escuchaba música, cerraba los ojos y veía figuras en movimiento. Con ello me he quedado porque cada película para mí es una forma de danza". Y es que cada una de sus películas son emocionantes, divertidas recreaciones del sonido. Un innovador. He aquí un ejemplo, en el que ilustra y acompaña el jazz de Oscar Peterson:
De su influencia se podría decir mucho, aunque lo hacen mejor en The jolly Dot Mikey Please and Dan Ojari, ganadores del BAFTA y que aquí homenajean a su maestro:
No hay comentarios:
Publicar un comentario