Hace algunos meses, de vuelta de un domingo en el Rastro buscando chollos de segunda mano, pasamos por la calle López Silva y nos llamó la atención un rótulo de anticuario con el epígrafe "Reciclaje de muebles". Andaban de mudanza, justo al local de la acera de en frente, por lo que no era buen momento para hacer preguntas.
Nos quedamos con la copla, volvemos y nos recibe Javier Muñoz, el propietario, que sigue de obra en su nuevo local: "Es cuando hay que apostar fuerte, en momentos de cambio".
Le preguntamos por aquel rótulo, por qué ha cambiado el mensaje: "El reciclaje de muebles no ha cuajado en España, el cliente gasta dinero en antigüedades, no en restaurar muebles de contenedor".
Es una tienda de las de buscar y revolver, puedes encontrar desde maletas de Louis Vuitton, muebles restaurados por el mismo Javier, artesanía o una lámpara de Castiglioni en perfecto estado. Nos encontramos con una persona analítica, quizás algo decepcionada con los hábitos de consumo actuales pero con la que compartimos un mensaje que encaja con nuestra mentalidad: volver al apego a las cosas.
La cultura de lo efímero.
Las reflexiones de Javier continúan: "Actualmente hacemos algunas cosas en taller como expositores para artistas o algún encargo especial, pero nuestro negocio principal son las antigüedades de las que tenemos un amplio catálogo. Para mí, las antigüedades son el reciclaje por excelencia. Desde el punto de vista institucional se nos tiene muy abandonados, el mensaje desde la política, la receta salvadora que se ofrece para salir de este mal momento, es consumir y seguir consumiendo.
Hace 80 años se reciclaba todo, existían talleres para arreglar las cosas; colchones, muebles, electrodomésticos... El verdadero reciclaje está en arreglar una silla, lijarla, pintarla y retapizarla, reniego de esta tendencia actual de consumir DM o PVC de manera indiscriminada."
Y es que, las consecuencias para el medio ambiente y en algunos casos para la salud, de la fabricación a gran escala de mobiliario de DM y sobre todo PVC, son alarmantes. Pero lo que nos resulta aún más preocupante es la ya formalmente instituida "cultura de lo nuevo". Ésta fomenta artículos de corta duración, de poco uso y tiro inconsciente siguiendo la tendencia que empezó "democratizando" el diseño y que
ha acabado creando un monstruo de consumo indiscriminado.
Actualmente hay certificados de calidad para mobiliario adecuados al respeto medio ambiente, pero aquí podrás encontrar consejos muy útiles a la hora de comprar muebles nuevos:
http://www.construmatica.com/construpedia/Mobiliario_Sostenible
Al Milímetro
Por último pasamos a Al Milímetro, el taller de Gustavo y Fernando, justo al fondo de la tienda. Van de obra en obra rescatando materiales, suelos, columnas, auténticas maravillas que se quedan en las casas para reutilizarlas. Son auténticos restauradores de la construcción.
Les cogemos haciendo el expositor del que nos hablaba Javier. Se trata de una pieza formada por una viga de madera que hace de base, en la que se ancla una malla de "espárragos" metálicos que servirá para colgar las piezas.
Les prometemos un futuro reportaje. Escrito queda.
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